Abdicar.
Lo sucedido ayer en la comunidad de Bomintzhá en Tula de Allende es el reflejo de lo que reportó el diario El Financiero el pasado 27 de febrero del año en curso en un articulo de Héctor Molina e Iván Rodríguez (con información de Pemex a través de los mecanismos de transparencia), que el robo de combustible en el sistema de ductos de Petróleos Mexicanos aumentó en un 26.5 por ciento de 2021 a 2022, y que Hidalgo ocupa el primer lugar a nivel nacional en este ilícito en 22 de sus 84 municipios. El aumento en el robo de hidrocarburos (gasolinas, gas LP y otros productos) pasó de 10 mil 929 tomas clandestinas en 2021 a 13 mil 832, ubicando este ilícito como uno de los que más registró aumentos que conllevan pérdidas estimadas por Pemex en mas de 18 mil 700 millones de pesos tan solo en 2022, sin considerar las pérdidas humanas y lesiones del personal de Pemex y de bomberos que laboran en sofocar incendios en ductos o en cerrar tomas clandestinas y en vigilar los ductos (Seguridad Física). Hidalgo ocupa el nada honroso primer lugar en tomas clandestinas reportadas a nivel nacional, pero ojo, eso no es la estadística que nos debe interesar, pues eso significa que son tomas detectadas y que pasan por un proceso de cierre, pero hay tomas que “no son detectadas” y que operan con una impresionante logística en donde ya se ha visto que trailers llegan a cargar hasta 16 bidones (16 mil litros) a plena luz de día en donde hasta se han construido cisternas y se mantienen pipas de gasolina y de gas, a la vista de todos, porque dice el dicho que el amor y el dinero no se pueden ocultar. Hidalgo y el Estado de México que comparten limites territoriales, juntos reportan el 58 por ciento de las tomas clandestinas de todo el país, ese dato por si mismo es revelador y nos dice que las mafias operan en ambas entidades en ocasiones en sociedad y en otras generan conflictos por el control de las plazas, violencia y demás efectos negativos. A pesar de las afirmaciones del Presidente de la República quien casi por decreto anunció que se había acabado con el “huachicol” con el cierre de ductos a las pocas semanas de tomar el poder, las estadísticas de Pemex reportan que el robo en ductos es peor incluso que durante la etapa de mayor auge de este ilícito, y estas son las cifras que amparan esta afirmación, analizando el caso de Hidalgo que a diferencia del aumento de tomas a nivel nacional, es superior, el cual es del 29 por ciento con respecto a 2021. En 2022 fueron reportadas 4,935 tomas clandestinas. En 2021 fueron reportadas 4,461. En 2020 fueron reportadas 4,994. En 2019 fueron reportadas 4,121. En 2018 (año en que AMLO toma el poder) fueron reportadas 2,121. El robo de combustibles en Hidalgo lo concentran 20 municipios, de entre ellos los municipios de la zona que encabezan estas cifras están: 1.- Tula con 330 TC. 2.- Atotonilco 315 TC. 3.- Atitalaquia 262 TC. 4.- Tetepango 247 TC. 5.- Tlaxcoapan 179 TC. 6.- Nopala 165 TC. 7.- Chapantongo 119 TC. 8.- Tlahuelilpan 95 TC. 9.- Tepetitlan 85 TC. 10.- Tepeji del Río 42 TC ( ojo aquí el dato relevante son las TC que operan sin ser detectadas). Tan solo en lo que va de este año ya se reportan 1,340 tomas clandestinas en 142 municipios en 18 estados de la República, lo que indica que la estadística podría mantenerse al alza, sobre todo porque los expertos en esta materia señalan que no hay estrategias integrales que ataquen el problema, el cual reconocen es muy complejo, en parte debido a que los bandas dedicadas al robo han logrado mucho apoyo social contratando a gente de los poblados donde hay ductos, además de que han amasado un poder de fuego que antes no tenían con armas automaticas, además de que persiste la corrupción en casi la mayoría de las dependencias de seguridad en todos los niveles de gobierno, por eso reciben pitazos (de personal de pemex) en primera para saber donde y a qué hora pueden robar gasolinas, y pitazos cuando las policías van hacia ellos ya sea en recorridos habituales o para investigar la baja en la presión de los ductos, pero una corrupción que nadie toca o nadie quiere reconocer, es la de empleados de Pemex coludidos con estas bandas en todo el país, sobre esa corrupción pocos la mencionan a pesar de que a la llegada de AMLO a la presidencia de la República, se dieron detenciones de empleados de la refinería en Tula de Allende. Es innegable qué hay un cambio de política en el combate a las bandas dedicadas al robo de energéticos en ductos de pemex desde la llegada de Julio Menchaca Salazar al gobierno de Hidalgo, es bueno saber que como periodista uno se puede equivocar y que el mandatario no llegó con la misma idea de Amlo de repartir abrazos a los delincuentes en lugar de balazos, sino qué hay una evidente política de combate frontal, la cual es cara y desgastante, por eso se espera que si hay buenos resultados y se han desmantelado bodegas, que se han confiscado unidades y detenidos a personas como nunca antes se había visto en Hidalgo, pues que la federación apoye con los recursos necesarios para que esta lucha se mantenga, porque es obvio que para mantener el ritmo y aumentar el personal, equipos y tecnología que refuerce resultados, se requiere una inversión importante de recursos económicos, no todo debe quedar en el reconocimiento y en la palmadita en la espalda. Quitarles, arrebatarles y dejar a las bandas dedicadas al robo de gasolinas como a sus cómplices sin sus predios, unidades y dinero en cuentas bancarias, es una gran estrategia que hoy vemos avanzando y que en el pasado no se implementó, esta ruta debe continuar y fincar responsabilidades a todos los implicados, tanto al que mata la vaca como al que le agarra la pata, pues esos fondos al final al ser liquidadas esas propiedades y bienes pueden ir precisamente a fondos para mejora de sueldos de elementos o para la compra de tecnologías que ayuden en el combate al robo de gasolinas. El estado de Hidalgo desde la llegada de JMS ha denotado que a diferencia de AMLO, no llegó a repartir abrazos, el robo en ductos al final representa dinero que el país deja de percibir y por ende dinero que no llega a hospitales, a escuelas, en la construcción de calles, caminos y carreteras entre otros beneficios sociales. Los delincuentes, sus familias, amigos y consumidores de huachicol siempre los veremos decir barrabasadas y absurdos en redes sociales con cada reporte que se haga cuando se detectan tomas o se detienen unidades, se recuperan gasolinas robadas o se presentan detenidos, ninguno de sus dichos convence a la mayoría de los ciudadanos y es obvio que son gente nociva para la sociedad, (incluso antes de dedicarse a ello, pues sus perfiles lo dicen, son gente que no estudió, que no labora de manera fija y que por oportunidad ingresaron en esa actividad que les reporta dinero al menor esfuerzo), sus voces, las voces de delincuentes ni pueden hacer eco ni deben ser escuchadas, pues equivaldría a justificar que un pederasta publicara en sus redes sociales que se le entienda, comprenda y justifiquen sus delitos contra niños y niñas, de ese nivel es el permitir que huachicoleros, sus familias, amigos y clientes quieran que su voz sea válida y justificada aludiendo a lo caro de la gasolina, a que Pemex es de todos y un montón de estupideces que en cada reporte replican. El gobierno de Hidalgo de manera innegable esta haciendo una gran diferencia en combatir este delito a diferencia de los gobiernos anteriores en donde era evidente una simulación y en casos graves era visible la complicidad de policías y delincuentes, el robo de gasolinas no solo afecta la economía del país, ha dejado personas muertas y heridas durante labores de vigilancia o para cerrar ductos en llamas o tomas clandestinas, pero igualmente ha obligado a decenas de miles de familias a dejar sus hogares en medio del terror de que una toma clandestina descontrolada pueda quitarles la vida. Por todo esto debemos preguntarnos si como sociedad (los buenos, porque los malos ya los identificamos en su mayoría, son los que para empezar compran y justifican el huachicol y hoy se los llevan y surten hasta la puerta de sus casas a la vista de todo el mundo) debemos abdicar a nuestros principios y volvernos cómplices silenciosos de toda esta cadena de delincuentes, si es que debemos renunciar a la aspiración como sociedad de tener un entorno fuera de peligro a pesar de tener ductos cercanos y si debemos apoyar a nuestros gobiernos en este tema dado los resultados que están entregando. Porque si hoy hay resultados creo que lo que corresponde como ciudadanos enterados y ciudadanos honestos, es igual entregar el apoyo sin condiciones, ayudando en todo lo que este en nuestras manos, pues es eso o ver como la delincuencia se extiende, sigue enraizando entre jovenes principalmente y eventualmente cuando se quiera hacer algo, la raíz sea tan profunda que no se pueda no solamente hacer nada sino que nos obligue a ser socios de este tipo de delincuentes o tener que vivir callados con miedo toda la vida, hoy el único que pude hacer la diferencia es el ciudadanos honesto, enterado, consciente, es el único que puede lograr que las cosas cambien a un estado mejor, es eso o abdicar a nuestra paz, a nuestra seguridad, eventualmente a nuestros patrimonios y en el último de los casos hasta nuestras propias vidas, pues el huachicolero crece y se diversifica a más delitos, robos, asaltos, venta de drogas, armas, secuestros, estafas, extorsiones y hasta cobro de piso, y eventualmente si no sumamos ayuda al gobierno y apoyamos sus acciones, todos seremos víctimas de estos delincuentes. Yo decido no abdicar ¿y usted?
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